jueves, 15 de octubre de 2009

Serenata Oculta

Caminaba sola, por entre piedras grisáceas y tornasoladas

con un cielo casi inexistente, escondido tras el viento

y masas de nubes densas.

Caía mis recuerdos hacia ese verano, mágico y natural.

Mi pelo bailaba al ritmo que bailan las hojas de los árboles... toda una

ceremonia.

Alguna pregunta podía cruzarse por mi cabeza, ¿verdad?


Nuevamente un recuerdo cristalino apabullaba mi mente.

Su imagen se tornaba más pura, como una fotografía de ocasión.


Demasiado viento para sobrevivir.

Demasiada memoria para resistir.


El sol se asoma y me sonríe, juega con mi alegría.

Se esconde. Vuelve a salir.

Se encierra...se olvida de mí.

¿Qué pasa con mi sable que ya no brilla?

Mi mente quiere anularse, quiere evadir la tristeza.

Mi boca se pierde en una vieja sensación húmeda de beso.

Mis ojos, no pueden ver más allá de mí.

Mi piel se seca...

Mi corazón enmudece.

Mi cuerpo clama por una caricia.

Independientemente… mis sueños viven gracias a tu recuerdo.

Silvia Gers, enero del '90

No hay comentarios: